
De todas mis debilidades, la que más respeto es la que me lleva a caer en las líneas de tu boca. La que me obliga a perder mi libre albedrío para someterme a los pedidos de tu voz. De todas mis insolencias, la que más me gusta es la que me permite faltarte el respeto, para hacer de tu cuerpo el vehículo a mi locura. La que me deja decirte lo que quiero, cuando quiero sin cuidar el lenguaje y la armonía. De mis desvergüenzas prefiero aquella que me permitió plantar mi aliento en las palmas de tus manos y colgar entre tus dedos la responsabilidad de una respuesta. De mis muchos despistes, elijo el que permite que me olvide tus ofensas, y acepte reconciliaciones y todos esos besos que vienen, después, en cadena.
De mis ingenuidades, que no me falte nunca aquella que me lleva a creer en el para siempre de tus labios, que es la misma que consiente a tus promesas y te acepta las excusas.
De los secretos, el que jamás confesaré es justo el mismo que sólo vos y yo sabemos y que nadie se imagina.
Del montón de mis errores sólo uno no estuvo equivocado, es el que me llevó a poner mi cuerpo, mi voluntad y mis delirios en tus manos. De mis creencias prefiero esa que te convierte en mi dios, y deposita toda mi fe en tus acciones y palabras. La que te agiganta y enaltece y te vuelve sobrehumano.
De todas las palabras, elijo dos, las más comunes, que se repiten en todas las voces, que se gastan y se usan hasta el cansancio. Pero me encanta sacarlas de mi boca y guardarlas en tu lengua, para que me las digas después. Porque mojadas en tu saliva, abiertas a tu voz, envueltas en tu fonética y revividas por tu aliento, adquieren cada vez un nuevo y mejor significado.
Cuánto amor.
ResponderEliminar(Suspiro)
O escribiste desde un personaje... O ese hombre es muy afortunado. Espero que te merezca.
ResponderEliminarEs un escrito en donde todo el tiempo se nota tu femeneidad, porque usas palabras como ingenuidad o hablas de someterte a las desiciones de esa voz que pide. Como hombre lo leo y me trasmitís toda esa pasión que sentís, como siempre en vos es un escrito sugerente, con alto contenido de sensualidad. Manejás muy bien el límite entre el amor y lo pasional. Ponés palabras que despiertan y provocan siempre con sutileza. Me gusta.
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