
Mañana un colegio dudará en abrir sus puertas. Dos padres no tendrán consuelo. Los diarios ya tienen tapa.
Mañana las personas oirán la noticia mientras comen y esperan que empiece la novela. El más sensible o tal vez el más osado hará un comentario profundo, una opinión, una sentencia. Hasta ahí llegará el compromiso.
Un abogado y un fiscal juntarán pruebas, testigos, declaraciones. Con el tiempo un juez dará un veredicto. ¿Culpable? ¡Cómo si acaso importara!
La muñeca no puede arreglarse. Las hadas no vuelven a las páginas del cuento. La rosa no puede volver a ser pimpollo. El dolor, el olor, el desgarro quedaron en la piel, en los ojos, en la voz. No se limpia. No hay reparo.
Hoy un alumno me preguntó si el hombre es el ser más inteligente del planeta. Yo estaba distraída. Le dije que sí. Estoy arrepentida.